Hotel Aiguaclara, Begur. Un hotel con mucho encanto.

HOTEL AIGUACLARA, UN HOTEL CON MUCHO ENCANTO EN BEGUR

Si quieres disfrutar de unos días de descanso en la Costa Brava, este hotel “Fet amb Love” te encantará.

Si os apetece escaparos a la Costa Brava, quiero recomendaros este maravilloso hotel en el que os sentiréis como en vuestra propia casa. El Hotel Aiguaclara tiene 10 habitaciones, restaurante y bar. Está situado en el centro histórico de Begur.

El edificio que alberga el hotel es un Palacete Colonial de 1.866, catalogado por su interés histórico. Los fundadores Clara y Joan, han convertido este precioso Palacete en un hotel con mucho encanto, conservando la distribución y los elementos originales (suelos, puertas…). Y lo han decorado como si fuera su casa: antigüedades, muebles vintage, muebles recuperados por ellos s mismos. Es un hotel con mucha personalidad. Como dicen ellos, es un hotel “Fet amb Love”.

El Hotel Aiguaclara es un lugar ideal para una estancia en familia o romántica en la Costa Brava, perfecto para recorrer sus calas, playas y campos de golf, para disfrutar de sus puestas de sol y de sus preciosos pueblos medievales. Está abierto de febrero a diciembre.

Las habitaciones están equipadas con TV (Canal Plus y canales internacionales en Inglés, Francés, Alemán y Holandés), reproductor de Dvd y Cd, aire acondicionado y ventiladores y calefacción. Igualmente, todas las habitaciones tienen su escritorio dónde trabajar, con conexión Wi-Fi y silloncitos dónde leer o descansar.

El hotel también dispone de sala de masajes para que puedas relajarte y desconectar!

La terraza de la habitación donde nos alojamos, con vistas al pueblo y también al castillo de Begur:

Un rincón único en el Hotel Aiguaclara es el salón de Clara, el lugar perfecto para tomar algo y leer un libro, donde también podréis relajaros.

El restaurante Aiguaclara se encuentra en el jardín , bajo una pérgola de cristal, un restaurante donde podréis disfrutar de muy buen ambiente. Está en el centro de Begur, y puedes acceder al restaurante directamente sin pasar por el hotel. Mesas rojas, luz tenue, buena música y una gran oferta gastronómica donde buscan el producto de calidad y de temporada, con todo el sabor.
El restaurante solamente está abierto para cenar y, aunque no te alojes en el hotel, puedes venir por la tarde a tomar una copa o una tapita en su lounge bar.  ¡Además los miércoles son noches de vinilos!

Os dejo algunas fotos de los platos que estuvimos debutando en el restaurante. Si váis, tenéis que probar el cochinillo, todas sus ensaladas están muy buenas, ideal para picar: el carpaccio de gamba! Y todos su postres están “fets amb love”!